fbpx
Loading


¡Ahorremos en reversa!

Desde la niñez nuestros familiares nos hablan sobre la importancia del ahorro y nos regalan la primera hucha, un depósito de monedas y billetes, normalmente en forma de cerdito, en el que guardamos nuestras finanzas iniciales. Sin darnos cuenta crecemos con la necesidad de la hucha y la ponemos en práctica, empleando diversas técnicas, de acuerdo al estilo de vida que llevemos.

El “cerdito” es importante. Para todo propósito que marques a medio o largo plazo, el ahorro es pieza fundamental para su consolidación, por lo tanto, cada gasto que hagas debe ser consciente. Tu tarea será minimizar, poco a poco, la fuga de las finanzas y guardar el mayor porcentaje de dinero posible, de lo contrario tardarás más en alcanzar tus objetivos marcados. Comencemos por cambiar el hábito de consumo por hábito de ahorros y los resultados hablarán por sí solos. Es momento de iniciar el preahorro, ¿Lo has escuchado anteriormente?

¡Es hora de llamar al banco!

La técnica del preahorro consiste en invertir la fórmula tradicional de ahorro. Comúnmente, aguardamos al final de mes para recibir el salario, pagar las facturas pendientes y comprar lo necesario —o no tan necesario—, pero si sobra una cantidad lo aportamos al plan de ahorros, esta cantidad puede ser variante y a veces, ausente. Ahora, si en vez de esperar a tener el dinero en tus manos y verte tentado a gastarlo, te pones en contacto con el banco y solicitas que en cuanto ingresen la nómina a tu cuenta, se desvíe un porcentaje de tu salario a una cuenta de ahorros, de la que no dispongas de productos para su consumo,  estarías practicando el preahorro.

Hacer un ahorro automático te permitirá obviar esos fondos, porque sabes lo que conlleva revertir la acción en la entidad financiera. Es recomendable evaluar tus gastos y ganancias, y a partir de ahí concretar una estimada cantidad de ahorros. Lo ideal es comenzar con el 10 % de tus ingresos mensuales, aunque si es cuesta arriba, determínalo en función de tus posibilidades y, paulatinamente, podrías incrementar el montón. El enfoque inicial es acostumbrarte a esta estrategia y asumirlo como parte de tus gastos. Ahorra antes de tener el dinero y siempre tendrás “un colchón”.

¿Has recibido dinero extra en el mes? De él puedes disponer el 50% o un poco más y pasarlo al fondo de ahorros. Mientras más dinero reúnas, más fácil llegarás a tu meta y notarás que algunos de los gastos, a veces, son innecesarios. Evita gastar más de lo que ganas. Sabemos que cuando el dinero está en nuestro bolsillo desaparece en un santiamén. Imagina tener un imprevisto y no contar con los recursos económicos para solventarlo, dada la circunstancia te verás forzado a pedir préstamos, un hecho muy diferente al de contar con el respaldo o parte de él, gracias a lo que has ahorrado.

Recorta gastos y acaba con tus “enemigos financieros”

Como parte del preahorro debes estudiar, recortar y reajustar la distribución de tus finanzas, pues recuerda que al iniciar esta táctica contarás con una cantidad de dinero distinta en el mes. Lo mejor es que te favorecerá en el equilibrio de tus gastos. También puedes hacer un ahorro paralelo a diario, con pequeñas cantidades, en cada compra que hagas, ¡Aprovecha las ofertas y los descuentos! Lo que no gastes será ganancia. Conforme vas reduciendo los gastos, puedes ir subiendo el porcentaje de tu plan ahorrativo; con mucho o poco, lo importante es ahorrar.

¿Tienes deudas? En ocasiones no podemos evadirlas y pese a que queremos guardar el dinero en una hucha, tenemos compromisos por delante. Al iniciar el preahorro debes evitar endeudarte, a toda costa, aunque si no tienes alternativa, planifica una nueva estrategia para saldarlas; tu opción podría ser el método de La bola de nieve (Snowball), ideada por los investigadores de Harvard, que consiste en pagar primero las deudas de menor cantidad y, progresivamente, las de mayor valor. Desecha las compras a crédito, será otra de tus enemigas financieras.

Actualmente, existen aplicaciones móviles creadas para ayudarte a economizar y evaluar tu línea de gastos. Son herramientas en las que puedes categorizar tus gastos, analizarlos de acuerdo a los débitos de tus tarjetas bancarias, diseñar un presupuesto, e incluso, comparar los precios de los productos en los supermercados. ¡Hay un sinfín de opciones para ahorrar!

A veces los gustos son tentaciones para nuestra billetera y no siempre necesitamos todo lo que vemos. Priorizar los gastos es la base del ahorro y si tenemos un plan a medio plazo, proponte una fecha estimada para liberarte de las deudas —en caso de tener—, y otra fecha tope para alcanzar la suma total de dinero que estimas. Si has sobrepasado la cantidad estipulada, sabrás que tu hábito se ha modificado y cada mes verás mejores resultados. Orienta tus finanzas a un futuro seguro.

Al considerar el cambio de domicilio  será importante disponer de una hucha, los ahorros son la clave de tu próximo paso. Es aconsejable que tus ingresos se destinen a gastos básicos, cada monedita será un aporte a tu nueva ruta y para ello, cuentas con SwiftFlats.
¿Te ha gustado nuestro artículo? ¡Únete a la comunidad SwiftFlats!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Top